Llevo ya varios días, tratando de salir a dar una vuelta. Cuando hace bueno, no tengo tiempo, y cuando tengo tiempo hace mala meteo.
Esta vez , las ganas pueden más que la pereza y le echo pecho. Así que con la escusa de ir a cazar algo entretenido para el blog, salgo a darle al rule mañanero y de paso estirar las patas.
A decir verdad el monte está un tanto desagradable. El barro se mete por todos los huecos, y estoy convencido de que esto pasará factura a la mecánica.
Pero le coges el gustillo al fresco y ya con el abrigo puesto, la cosa cambia.
Pero le coges el gustillo al fresco y ya con el abrigo puesto, la cosa cambia.
Está todo tan resbaladizo, que lo más sencillo se vuelve dificultad. Algo bueno tendría que tener todo este esfuerzo de voluntad, y es que al final hasta puede que afine algo la técnica.
El truco está en no parar, todo de seguido.
Les vas cogiendo el truco a esto de esquivar charcos.
El cielo tiene un aspecto boreal, como si fuera a romper a nevar en cualquier momento.
La poca nieve caída estos días, le da a los montes, un aspecto más imponente aun.
Me encuentro alguna pista como un autentico patatal. Casi impracticable. La maquinaria no solamente se ha llevado por delante un bosque de pinos.
Con dificultades, pero consigo llegar al alto.
Las vistas son inmejorables y me pongo a tirar instantáneas.
Un viento fino, se cuela por todas las rendijas de las prendas.
Cada parada para sacar las fotos es una odisea de resistencia al frío.
Muchas "selfies", es lo que tiene aventurarse solo, pero siempre buscando la perspectiva y un buen lugar para el apoyo, el tema sale bastante lucido.
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